¿Qué es eso de los vinos naturales?
En estos tiempos que corren, los consumidores en general nos interesamos mucho más por los productos que compramos y consumimos y, en el caso de los alimentos, no es menos. En un estudio reciente de un medio de comunicación se expone que invertimos más de 20 minutos más de media que hace 10 años en llenar el carrito de la compra. Y sí, esos 20 minutos extras los dedicamos a leer las etiquetas de los artículos en los que nos interesamos.
¿Te suena?
En el mundo del vino eso no es menos y cada vez nos encontramos con más vinos que llevan certificaciones y logos que antes no aparecían en las etiquetas como es el caso de las acreditaciones a vinos “orgánicos”.
Pero uno de los que más suenan hoy día entre los corrillos de wine lovers son los vinos naturales. ¿Qué es eso de los vinos naturales? La definición es difícil y a continuación escribiré las casillas que tendría que marcar para definir un vino como vino natural.
Para mi un vino natural es aquel vino que se produce respetando las cualidades intrínsecas del vino, sin añadirle ni quitarle nada que desvirtúe esas cualidades. La función principal del elaborador es mostrar el suelo, su terruño, a través de la elaboración.
Todo eso comienza en el viñedo, donde la viticultura debería ser ante todo respetuosa con la naturaleza y con una intervención mínima por parte del viticultor. En este caso el uso de pesticidas u otro tipo de productos químicos sería contrario a la producción de este tipo de vinos y lo más lógico es que el tipo de viticultura sea orgánica o, en su caso más radical, biodinámica.
Pero si en algún sitio se marca la diferencia en la elaboración de estos vinos es en la bodega, donde nada se quita y nada se añade, desde las levaduras que comenzarán la fermentación del mosto o el añadido de ácidos para rectificar, hasta la eliminación de partículas restantes en el vino mediante clarificaciones o filtraciones agresivas. El vino se muestra tal y como es. En la región francesa de Beaujolais, uno de los epicentros mundiales de este movimiento, se les califica como vinos desnudos, vinos que no esconden sus defectos.
El resultado? Vinos que se muestran tal y como son, con gran personalidad y carácter. Vinos capaces de emocionar a través de las historias que pueden llegar a contar. Vinos diferentes, eso sí, pero diferentes en muy buen sentido de la palabra.